lunes, 14 de abril de 2014

. Vómito .

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Siempre quise ser  médico. Siempre quise ser cirujano plástico reconstructor, para cambiarle la vida a las personas de una manera radical, para que pudiesen sonreir y caminar y enfrentarse al mundo y la gente sin ningún miedo, sintiéndose seguros de sí mismos, teniendo tal nivel de amor propio que lo irradiaran.
Entré a Medicina para ser un cirujano plástico reconstructor. Entré con hambre de conocimiento, con ganas  de estudiar, con ganas como siempre de ser el mejor, de hacerlo bien, de brillar y cumplir mi sueño.

De todo lo anterior me siento tan lejos hoy. No puedo ser el mejor, no puedo serlo y a la vez mantener las cosas lindas que tengo en mi vida. Me frustro por  no poder ser el mejor, porque no brillo y no lo hago tan bien como quiero, porque no se todo lo que necesito saber y porque me desespero y ahogo en todo eso al pensar que para cumplir mi sueño, necesito si o si ser el mejor.

Y resulta que hoy en día odio cirugía, odio estudiar y tener que memorizar. Odio cirugía y ya no quiero ser cirujano plástico reconstructor, porque no quiero ser cirujano. Ya no se si me quedan ganas siquiera de ser médico.

Y entonces que mierda hago cuando estoy metido hasta más no poder en esta carrera de mierda, sin poder volver atrás, sin la motivación que tuve en un principio, pensando que hace un poco más de 5  años tomé la  decisión equivocada.

No me queda más que aguantar y sacar todo a flote, tratar de hallarme en esto que hoy en día dudo de si es lo mio, encontrar un lugar dentro de esta carrera en donde pueda  hacer un poquito de lo que me propuse cuando entré.

Necesito luz.
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2 comentarios:

S; dijo...

tripas corazón.
tu aun no sabes
pero siempre has
elegido bien,
pensamos que habían
elecciones mejores
porque aun no estamos
en la gloria que nos
va a dar haber tomado
las que ya elegimos.
se paciente.

Vicente Camus dijo...

Te entiendo tanto.
Siempre pienso que en literatura, arte o incluso danza sería mil veces mejor, pero es ese humanismo escondido de la medicina el que logra sacarme sonrisas ocultas y calmar mi angustia.
Sigue luchando y al final (como el nombre de tu blog) encontrarás la luz.