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Fue el golpe de la puerta al abrirse lo que lo despertó. Se incorporó rapidamente asustado, mientras a su lado Bruno se frotaba los ojos, confundido, aun en la cama. Sebastián apareció en la puerta de la habitación al instante, y se detuvo allí. Las lágrimas caían de sus ojos mientras los contemplaba a los dos, Franco de pié al lado de la cama y Bruno acostado, mirandolo sin entender nada.
-Qué estás haciendo aquí? - Franco no dejaba de mirar los ojos de Sebastián, llenos de odio y rabia.
Sebastián le devolvió la mirada y dió un paso hacia él.
-Weón, qué mierda estás haciendo ! ? - Bruno se incorporaba mientras Sebastián avanzaba otro paso decidido. Fue entonces cuando Franco pudo ver en su mano derecha el arma, que ahora alzaba apuntandola hacia él. Fueron segundo eternos, en que Franco miró a Bruno mientras éste, horrorizado, se incorporaba. - SEBASTIÁN NO! - En los ojos de Franco se vió el miedo que sintió en el momento en que Sebastián presionó el gatillo y los sucesos siguientes se volvieron inevitables. Entonces, sintió el golpe en su pecho, quemante y cayó fuertemente en la cama. En el último latido, mil imagenes y emociones lo embargaron: El auto de Bruno, aquella cama, la cabaña en la playa, el aeropuerto, la discusión en la plaza, el rostro de Bruno riendo. Voces resonaron en su interior, como desde el pasado: "Él es Bruno, mi novio", "Qué pretendes?", "Mírame cuando te hablo Franco!", "No lograrás quitarmelo", "Quédate, porfavor", "Es que no entiendes!?", "Vas a pagar por esto", "Te Amo". Una lágrima cayó de su rostro, mientras el rojo inundaba la cama en que hace un segundo dormía. Escuchaba a Bruno, pero no lograba entender que decía. Finalmente sonrió, en su agonía, feliz de poder escuchar su voz, pensando lo feliz que había sido en el último tiempo, y que había escrito la historia de amor más bonita que jamás existiera.
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Final en mi cabeza
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Esencia del retorno
Hace 1 mes
