sábado, 2 de marzo de 2013

. Piano .

.

No me gusta quedarme con las ganas de decir algo, y ayer debí haber dicho que sí, que fueron buenos tiempos aquellos en que te iba a dejar y me estacionaba frente a tu casa, pero que eran buenos tiempos de mentira, porque nunca me quisiste de verdad. Ahora estaré siempre pensando qué habrías respondido a eso, sobre todo cuando en el camino, a veces, lograba ver en ti algo de lo que antes tanto me gustaba, el antiguo tu. Y estoy seguro que tu también lo hacías, de que en ciertos momentos cuando te miraba mientras conducía, y lograbas sacarme una sonrisa de verdad con lo que me contabas, podías ver en mi algo del hombre que estuvo contigo y del que te gustaban algunas cosas.

Ahora tengo que fingir sonrisas porque me debato entre odiarte o la pena e incertidumbre que me das. Puede que hayas cambiado en tan poco tiempo, pero yo sigo siendo el mismo y eso es lo que define como nos relacionaremos en el futuro, si es que nos relacionamos de alguna forma.

A pesar de todo, me enamoraste al tocar el piano por la noche, y podrías volver a hacerlo si lo pretendieras. Fuck.
.

No hay comentarios: