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Franco despertó cuando uno de los primeros rayos del amanecer de un día radiante llegó directamente a su rostro, entrando por el amplio ventanal del dormitorio. No abrió los ojos, sino que volteó para evitar la luz, y entonces lo embargó el temor. Sintió pánico, pero aun así, despego los párpados temeroso, y vió que él estaba acostado a su lado, durmiendo aún, tan en paz y tan perfecto como la noche anterior. Su corazón descansó en el momento en que pudo tocarlo suavemente, y supo que era real: estaba allí.
Fue entonces cuando comenzó su vida, y supo que escribiría una historia.
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Esencia del retorno
Hace 8 meses
2 comentarios:
la cosa con los comienzos es que son tan inestables y eso me desespera!
lo siento, hoy te iba a saludar cuando te vi pero algo me detuvo, bueno creo sabes qué me detuvo, pero me dejó con mal sabor el resto de la tarde. Es bueno leerte así, me da la impresión de que van bien las cosas, me alegro.
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